¿Qué relación tiene la creatividad con el desarrollo del ser humano?
Básicamente vivimos desconectados de nuestro Ser, de lo que Es en nosotros/as. Vivimos mecánicamente, repitiéndonos, imitándonos a nosotros/as mismos/as una y otra vez. Aprendemos por imitación y pareciera que luego lo más práctico es seguir repitiendo lo aprendido, lo cual es al parecer, lo socialmente aceptado. Sin embargo tenemos otras posibilidades, podríamos dar una respuesta diferente a cada situación-o incluso a la misma- infinitas veces. Pero algo nos lo impide: nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra respiración también se repiten, y a fuerza de repetirse, se van anquilosando. Nuestra estructura física va condicionando nuestro comportamiento y nuestro pensamiento, y cerrando la puerta a nuestra posibilidad creativa.
¿Y qué tiene que ver todo esto con nuestra posibilidad de desarrollo como seres humanos?
Precisamente, como seres humanos usamos el 15% de nuestra capacidad cerebral, con suerte el 20% de nuestra capacidad respiratoria, y quién sabe qué más subusos de nuestras capacidades impliquen estas cifras. Pero lo que es seguro es que nos falta mucho por conocer y desarrollar de nosotros/as mismos/as. Al repetir actitudes y acciones conocidas recorremos caminos neuronales ya hechos. Al innovar, nos obligamos a crear nuevas conexiones, nuevos caminos internos de conocimiento y de relación con la realidad. Pero ciertamente esto representa muchos riesgos: podemos equivocarnos, podemos ser rechazados por los que nos rodean o puede ser que no nos comprendan.
Estas son algunas de las razones que nos impiden ser creativos. Dejamos la creatividad para los artistas, los inspirados, y renunciamos a nuestra propia capacidad de inspiración, crecimiento interno y expansión.
¿Qué herramientas disponemos para modificar esta situación?
En Río Abierto trabajamos a partir del movimiento corporal expresivo con ritmos sostenidos, que nos obligan a atravesar barreras de condicionamientos internos, a recurrir a nuestro potencial oculto, a hacer lo que no haríamos. Nos dejamos llevar también por toda clase de melodías que nos ayudan a experimentar y expresar emociones de todos los géneros posibles, obligándonos a salir de las emociones y expresiones conocidas y aceptables por nosotros/as y nuestro medio. Esto nos lleva a modificar tanto nuestro manejo muscular, como el respiratorio, y por supuesto, a crear nuevas conexiones neuronales. La percepción que tenemos de la realidad que nos rodea se modifica, por lo tanto también nuestra percepción interna y la relación directa que existe entre ambas.
Buscamos crear una fisura en nuestras corazas emocionales, musculares y mentales, por donde nuestro Ser, “siendo”, pueda filtrarse y comenzar a fluir nuevamente. Buscamos que esta fisura sea apertura, entrega, amor y confianza en nosotros/as mismos/as y en el Universo, de modo que nuestro Ser pueda recuperar su capacidad de manifestarse. Y esto nos llevara, indefectiblemente, a crear y recrearnos infinitamente.