Bajo este sistema de desarrollo humano con enfoque psicocorporal se trabaja con los niños desde sus orígenes. Yo misma tuve el privilegio de entrar como alumna a un grupo de niños a la edad de 12 años debido a problemas de asma, columna vertebral y hepáticos. Deficiencias que no había podido solucionar con distintos tratamientos.
Cuando comencé con la gimnasia mejoró mi sistema respiratorio, pero también mi estado anímico general, mis ganas de vivir, mi columna vertebral y mi sistema digestivo. Posiblemente esto fue lo que me llevó a formarme en el Sistema Río Abierto y continuar tanto el trabajo con niños como con adultos.
Los niños y niñas llegan a Río Abierto por problemas de agresividad, timidez, fobias, enuresis, hiperkinesis, autismo o problemas de postura y articulaciones (como pie plano o equino, sifosis, lordosis o escoliosis en relación con la columna vertebral). Bajo este sistema enfocamos todos estos problemas desde una perspectiva física, emocional y mental. Trabajamos a partir del movimiento expresivo energético, juegos, destrezas, pintura y cuentos. Utilizamos también música y trabajamos por imitación tanto de los niños hacia el instructor/a como del instructor/a hacia ellos; lo cual da una gran posibilidad de empatía y comunicación en la que el niño/a puede ir ampliando sus recursos expresivos y motrices cuando imita, y a la vez siente apoyo y reconocimiento cuando es imitado, pudiendo además desarrollar sus propios juegos dramáticos con el apoyo del instructor/a y de todo el grupo.
Esto último es para nosotros muy importante, ya que es a través del desarrollo de estas historias y juegos que los niños pueden ir resolviendo situaciones que han ido quedando truncadas, produciendo dolores y frustraciones que pueden continuar el resto de sus vidas. Y es la exhaustiva formación de los instructores e instructoras de Río Abierto lo que les permite acompañar estos juegos con la conciencia y sensibilidad despiertas, lo que posibilita llegar a desenlaces donde la tensión acumulada se descarga, y donde todo el grupo queda con un mayor caudal energético, disponible para seguir adelante.
Trabajamos también con masajes- en forma individual o grupal, según se requiera- para corregir problemas específicos que no se solucionan sólo con movimiento.
En Río Abierto de México tenemos grupos de niños permanentes y periódicamente hacemos convivencias de dos o tres días en retiro, así como talleres de verano en algunas temporadas.
Nuestra experiencia directa con escuelas comienza en 1990, año en que empiezo a trabajar con todos los grupos del jardín de niños y primaria del Colegio Montessori de Tepoztlán, Morelos, donde tuvimos importantes resultados en cuanto al rendimiento escolar y de integración entre niños y niñas en los grupos. En la misma ciudad asesoré durante dos años (1990 a 1992) al grupo de maestras, directoras y trabajadoras administrativas de la escuela ecológica y educación integral Cetiliztli, haciéndome cargo también de la terapia psico-corporal de los niños que lo requerían. En 1993 di talleres de género para niños/as de toda la primaria.
Con base en la experiencia adquirida en estas dos escuelas, desde 1994 estamos estado trabajando con clases de movimiento expresivo energético en la escuela Ocachicualli de Cuernavaca, Morelos. Esto lo hemos aplicado también con maestras/os directoras y empleadas administrativas, registrando excelentes resultados en relación con el mismo equipo de trabajo y su interacción con los niños, las niñas y los padres de familias.
Es muy importante para los y las integrantes de Río Abierto comprobar cómo el trabajo con maestros/as y directivos/as de las escuelas repercute no sólo en sus propias vidas sino también en el mejoramiento de calidad de vida de los niños y niñas.
Por otro lado, el equipo de instructores de Río Abierto realizó en 1996 trabajo voluntario con niños de la calle que tenían problemas de adicciones en Casa Alianza y con niños con síndrome de Down en Parlas en 1997.
En 1996 dimos cinco talleres en Piña Palmera, Oaxaca- centro de atención a discapacitados- asesorando a los trabajadores y trabajando con niños y adultos discapacitados.
Además de mantener nuestras clases permanentes, desde el año 2000 hasta la fecha se han realizado un sin fin de colaboraciones con entidades oficiales e independientes de salud, educación y cultura promoviendo nuestros servicios en ámbitos sociales con condiciones marginales y no marginales.
Los excelentes resultados se perciben en la prevención y rehabilitación de problemas de violencia familiar, violencia escolar, salud integral y neurológica, rendimiento escolar, vinculación escolar, así como crecimiento y desarrollo integral, viéndose beneficiados tanto los niños como las familias y el entorno social.